ENFERMEDADES MENTALES Y ACUPUNTURA (2ª PARTE – I)

ACUPUNTURA Y ENFERMEDADES MENTALES

 EL TERCER MANDATO: EL CONOCIMIENTO.

SUBYUGAR LA TIERRA.

Para la Medicina Tradicional China, las actividades mentales, al igual que el resto de todas las funciones biológicas, están directamente relacionadas con el sistema orgánico-visceral (sistema Zhang-Fu).

Para entender la patogenia de este tipo de enfermedades, es imprescindible comprender de qué manera interactúan los órganos y las vísceras con las emociones. No se puede separar la esfera física de la mental.

Con el fin de entender los aspectos Bioenergéticos ligados a la etiopatogenia de las alteraciones de la personalidad, desarrollamos sucintamente dos hipótesis que nos permitan interpretar algunos de los complejos aspectos de la psique humana:

A)   Hipótesis correlativista. El Xin Bao, Maestro de Corazón (1)

B)   Hipótesis Psicosomática Vitalista. La energía Shen (2)

A) Hipótesis Correlativista- El Xin Bao o Maestro de Corazón

Una vez revisadas las opiniones que consideramos más autorizadas, dentro de la corriente europea liderada por N´guyen Van Nghi, del estudio y revisión de diversas publicaciones en la revista Le Mensuel du Medicin Acupuntureur, las enseñanzas de la  Escuela de Marsella, así como las referencias, al respecto, de algunos  textos clásicos; hemos llegado a la conclusión de que es preciso realizar una labor de síntesis y coordinación que pueda facilitar la compresión de tan complejo e interesante tema.

Para ello proponemos el siguiente modelo fisiopatológico mediante el cual podremos razonar un tratamiento adecuado y que venimos en denominar hipótesis correlativista:

Cuando en bioenergética se habla de Maestro de Corazón, se está haciendo referencia al centro procesador de toda la bioinformación energética que recibimos del medio externo y que nos llega en forma de colores, olores, sonidos, agentes climatológicos, influjos lunares y astrales, campos magnéticos… Estos dinamismos inciden sobre el ser vivo provocando consecuentemente reacciones o transformaciones diversas en los enlaces químicos de las sustancias que constituyen nuestro cuerpo físico. Ello lo demuestran las reacciones neuro-químicas que provocan los colores, los olores, etc., las variaciones del ritmo cardiaco y circulatorio ante un determinado sonido, emoción, etc. El cuerpo físico responde al Cielo y a la Tierra.

Estos estímulos no actúan de una manera anárquica, empírica o indiscriminada, inciden a través de unos complejos sistemas de resonancia o rutas magnéticas denominadas canales energéticos y que se encargan de transmitir ese dinamismo exógeno al interior del ser vivo. En el sistema energético no existen líneas eléctricas que puedan ser conductores de mensajes como ocurre con el sistema nervioso, sino antenas receptoras o centros de resonancia de una determinada manifestación dinámica, que poseerían una específica configuración espacial dentro del cuerpo físico. En el primer caso el estímulo se propaga mediante un hilo conductor (electricidad), en el segundo a través de ondas de muy diversas frecuencias que resuenan o vibran en lugares específicos denominados meridianos y colaterales (partícula y onda). Es el cuarto sistema en relación con el cosmos y sus manifestaciones.

El primer sistema lo componen el plano físico, representado por la sangre y su red vascular como estructura nutricia; la sangre epicentra la diversidad funcional en un todo integrado.

El segundo sistema lo compone el plano endocrino o sistema mediador, en el tiempo, entre el rápido reflejo neurológico y el lento hemático, asegurando así la estabilidad biológica indispensable en el desarrollo de una vida biorrítmica.y armónica

El tercero corresponde a una estructura intermedia capaz de interconexionar el mundo físico, representado por la sangre y todo su complejo laboratorio químico, con el mundo exterior y sus múltiples influjos energéticos. Por ello esa estructura será mixta, participando de características físicas y energéticas o bioeléctricas. Es el sistema nervioso.

Cada uno de estos sistemas tiene un centro director y organizador; así el sistema físico o sangre (Xue) está dirigido por el Corazón como órgano supremo de la estructura material al aportar nutrientes hasta la última célula. El sistema endocrino está comandado por la hipófisis como gran director del laboratorio orgánico. El sistema mixto materia-energía (nervioso) por el cerebro. El sistema energético por el denominado Xinbao o Pericardium Energético o envoltura del órgano soberano Corazón que rige, a su vez, a la sangre, al cerebro y a la hipófisis. (3)

La sangre, como magma nutricio y las enzimas circulan por unos conductos denominados vasos, los impulsos nerviosos a través de redes neurológicas. Ambas se extienden hasta el último y recóndito lugar del organismo. La pregunta es por donde circula el cuarto sistema?  y la respuesta, ya hace 5.000 años, la dieron otras gentes y otras civilizaciones, más en consonancia con su medio geocósmico, al describirnos los Meridianos de Acupuntura y sus Colaterales.

Los Colaterales aseguran la homeostasia del medio externo-interno a través de varios escalones o etapas evolutivas. El Meridiano Tendinomuscular (M.T.M.) como primer filtro en la fase de adaptación, los LuoLongitudinales(L.L.) como segunda etapa o plano intermedio y los Meridianos Distintos (M.D.) como plano profundo.

Cuando el influjo ha superado los tres controles, puede considerarse que está adaptado a la circunstancia biológica particular de cada individuo, provocando reacciones bioquímicas tendentes a asegurar una economía de equilibrio que garantice la salud, considerada ésta como relación armónica con el UNO o Principio Universal, origen de materia y energía (La Singularidad Inicial).

Así como el cerebro recibe el impulso, lo traduce y emite una respuesta adaptada al propio individuo, así el Maestro de Corazón recibe el mensaje energético, como última etapa de la homeostasia, trasmitiendo lo biológicamente útil al Corazón y consecuentemente a la sangre y “excretando” el resto a través del “ano energético”, conformado por los denominados puntos “ventanas del cielo” (Tian Xue).

El M. de C. como entidad energética es, por tanto, un lugar de anastomosis o colector general de toda la bioinformación que confluye hacia el Corazón a través de las vías energéticas. En él se produce, en última instancia, la aceptación o rechazo de dicho influjo. Es la barrera protectora del Órgano Soberano (Corazón).

El proceso evolutivo de las energías exógenas siguen en el Meridiano Distinto las siguientes etapas:

A)   Trayecto infraorgánico, de la gran articulación a la unidad energética (U.E.).

B)   Trayecto orgánico, desde la U.E. hasta el M. de C.

C)   Trayecto supraorgáníco, desde el M. de C. hasta las ventanas del cielo.

Por ello, cuando hablamos de M. Distintos se habla de MC. como entidad que los engloba o reúne y de Yinwei como su función defensiva. El MC. vendría a ser como “el mar” de los M. Distintos y el Yinwei como su mecanismo de defensa. (Ver esquema A).

Hay que hacer especial hincapié en el denominado trayecto orgánico del M.D. y que para nosotros constituye la estructura básica de todo el entramado energético interno.

Todos los órganos y vísceras están conexionados con el “Pericardium” formándose un núcleo central que los epicentra; ello explica de una manera bastante lógica las interrelaciones órgano-órgano, órgano-víscera y víscera-víscera.

El “Pericardium”, como sistema energético central, no sólo va a tener la función de homeostasia que hemos descrito y que vendría a ser la denominada función Yang (con el exterior o equilibrio externo a través del Wei), sino también otra denominada Yin(con el interior o equilibrio interno) y que se relaciona con las energías Qi y Shende los órganos.

A través del trayecto orgánico llegan a M. de C. los influjos exógenos vehiculizados principalmente por el sistema Fu o vísceras, como unidades en relación al cosmos (planos Yang). Hay que tener en cuenta que el factor exógeno repercute prioritariamente sobre las vísceras (en relación al exterior) provocando plenitudes de tipo reactivo (cólico intestinal, cistitis, gastralgia, cólico biliar, etc.).

Pero también llegarían las plenitudes reactivas originadas en el sistema Zhang (órganos) por la acción de los influjos endógenos, sobre todo el dietético y el emocional.

Por ello el trayecto orgánico se comporta como una chimenea o válvula de escape que permite la evacuación de las plenitudes de las unidades energéticas, originadas prioritariamente por factores exógenos en los Fu y por dietéticos y emocionales en los Zhang.

Por ejemplo, el excesivo sabor ácido incide sobre el H. provocando plenitud, al igual que la excesiva imaginación o deseo. La excesiva preocupación o abundante dulce provoca plenitud del BP., etc. Todos estos dinamismos encuentran en el “Pericardium” un lugar de liberación y adaptación o neutralización que permite un equilibrio global del sistema.

El “Pericardium” es, por tanto, la unidad básica que nos permite entender al ser humano como un ente energético holístico y en el que resuenan todas y cada uno de las manifestaciones energéticas, tanto exógenas como endógenas. Es el corazón solar y núcleo mediastínico responsable de la homeostasia externa y la hemostasia interna. Es la reunión de los Meridianos Distintos.